¡Alexia Cerenys taclea los prejuicios! Avance decisivo contra la transfobia.
«Alexia Cerenys, la primera jugadora de rugby transgénero que logró entrar en la élite femenina, luchó mucho tiempo para aceptar su verdadera identidad. Miembro comprometido del comité antidiscriminación de su federación, es una apasionada defensora de la inclusión en el deporte. Desde sus inicios en el Stade Montois hasta su contrato actual con el Lons, Alexia Cerenys nos cuenta su extraordinaria trayectoria.«
Te sentiste mujer desde muy joven. Sin embargo, dejaste este sentimiento en el banquillo durante muchos años. ¿Cómo viviste este duro proceso y qué lugar tuvo en esto el rugby?
El doble juego que experimentamos como personas trans es a menudo incomprendido, y pueden pasar años antes de que nosotres mismes lo comprendamos plenamente. En mi caso, tardé 25 años en darme cuenta de mi verdad. Desde mis primeros recuerdos, alrededor de los 6 o 7 años, me cuestionaba mi identidad de género, pero ocultaba mis sentimientos adaptándome a las expectativas sociales, y el deporte era una forma de canalizar mis emociones. Veía el rugby como un deporte viril y conseguir un contrato profesional era una forma de demostrar mi masculinidad. Durante la temporada, dejaba de lado mi feminidad, pero resurgía durante las vacaciones, cuando estaba solo. Nadie sospechaba de mis luchas internas, y se volvía agotador a nivel emocional. Las lesiones se fueron acumulando, hasta que me lesioné gravemente la rodilla, lo que requirió una larga convalecencia. Luego sufrí otra lesión en el ligamento del tobillo izquierdo, que marcó un punto de inflexión en el que empecé a darme cuenta de mi desdoblamiento de personalidad. Cuando volvía a casa por la noche, vivía mi feminidad emergente, pero durante el día tenía que retomar mi papel masculino. Estoy convencida de que estas heridas y mi disforia de género estaban estrechamente relacionadas. Así empecé a aceptar mi verdadera identidad de mujer trans.
En julio de 2020, en nombre de la “seguridad” y la “equidad” en el deporte, World Rugby, el organismo rector del rugby a nivel mundial, propuso no aceptar a las personas transgénero en las competiciones femeninas de alto nivel, cuando tú ya competías en el mundo de la ovalada. ¿Tuviste miedo de que se pusiera en duda tu futuro deportivo?
¡La decisión de World Rugby fue totalmente discriminatoria e infundada! Hasta ahora, ningún estudio ha podido demostrar que las atletas transgénero tengan una ventaja física, y esto sigue siendo así hoy en día. Entonces, ¿qué motivó a los miembros del comité médico de World Rugby a tomar esta decisión? ¿En qué investigaciones científicas se han basado? Enseguida me puse en contacto con Bernard Laporte, en ese entonces presidente de la Federación Francesa de Rugby (FFR), que me dio su apoyo inmediatamente, asegurándome que seguiría jugando en la liga nacional. Me alentó a preparar un expediente para llevar el caso ante el Comité Olímpico Internacional y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Tras su reelección en 2021, Laporte creó la Comisión de Lucha contra la Discriminación y por la Igualdad de Trato (CADET), conformada por reconocidos expertos en todas las problemáticas de discriminación. Esta iniciativa llevó al Comité Directivo de la FFR a comprometerse con la inclusión de las personas transidentitarias, transexuales y transgénero en el rugby. Me uní a este comité como portavoz, en particular para anunciar el primer comunicado de prensa relativo a esta medida en el día internacional contra la LGTBfobia, el 17 de mayo de 2021. Esta decisión abrió un nuevo capítulo en mi trayectoria deportiva.
“Ocultaba mis sentimientos adaptándome a las expectativas sociales”.
No obstante, la Federación francesa de rugby (FFR) se comprometió oficialmente con la inclusión de las personas transidentitarias en el rugby, pero sujeta a una serie de condiciones, particularmente la de recibir tratamiento hormonal desde hace al menos un año y no superar cierto nivel de testosterona. ¿Crees que estas condiciones son necesarias?
En 2021, la FFR ha incluido en su reglamento que los hombres y mujeres trans que hayan sido reasignados físicamente y reconocidos en su sexo actual pueden participar en todas las competiciones oficiales organizadas por la federación, en la categoría del sexo administrativo, es decir, correspondiente a su nuevo nombre, sin ninguna condición previa. Las mujeres trans que no se hayan sometido a cirugía deberán certificar que siguen un tratamiento hormonal desde hace al menos 12 meses y que sus niveles de testosterona no superan el umbral de 5 nanomoles por litro, de acuerdo con la decisión del Comité Olímpico Internacional. Pero lo que no debe olvidarse es el periodo de reatletización. La recuperación de una operación de reasignación de sexo, o de operaciones como la mastectomía en los hombres trans, suele ser larga y puede provocar una pérdida importante de masa muscular. Y a menudo se considera que un año de terapia hormonal es suficiente para permitir la recuperación en condiciones óptimas. Esta medida también está pensada para garantizar su seguridad al volver a la actividad deportiva, así que me parece justa.
Lo que es realmente interesante es que destacas un aspecto que se suele pasar por alto cuando se trata de la participación de personas transgénero en el deporte: el hecho de que el entrenamiento es tanto o más crucial que la condición anatómica.
Como persona trans, puedo decir que el entrenamiento es esencial si quieres rendir en la cancha. Es un desafío constante. Físicamente, es exigente, y sin entrenamiento nunca podría alcanzar el nivel que se necesita. Cuando empecé mi tratamiento hormonal y me incorporé al equipo femenino, noté una clara reducción de mi rendimiento de aceleración y de mi capacidad física en comparación con lo que había experimentado antes. Después de un año, fue como sumergirme en lo desconocido. Había perdido casi el 15 % de mi capacidad inicial. Así que no hay que subestimar el impacto del entrenamiento. Me niego categóricamente a aceptar que las mujeres trans tengan más fuerza que las mujeres cisgénero. Nuestra fuerza física es el resultado de la adaptación de nuestros cuerpos a las hormonas, y punto. ¡Mi ascenso a un club de élite femenino se lo debo a mi esfuerzo y a mi compromiso inquebrantable con mi preparación deportiva!
“A veces subestimo el impacto real que tiene mi historia en los demás”.
En una entrevista concedida al semanario francés L’Express, declaraste que «el rugby es para todos y todas». ¿El juego de la diversidad ya está ganado, o las próximas generaciones tendrán que luchar por nuevos derechos?
El rugby es uno de los diez deportes más peligrosos y de mayor riesgo, y está asociado a la potencia física, la velocidad y la fuerza, lo que da lugar a una gran variedad de contexturas físicas sobre el terreno de juego. Pero en el mundo del deporte, como en la sociedad en general, nada puede darse por sentado. Incluso los avances más significativos pueden volver a ser cuestionados. La situación en Italia, donde el gobierno de Giorgia Meloni se opone a los derechos de las personas LGBTQI+, es un ejemplo contundente. Y aunque la FFR haya sido pionera en legislar a favor de la inclusión de las personas transgénero en el deporte, aún queda mucho camino por recorrer para garantizar la igualdad y la inclusión reales. El Comité Olímpico Internacional permite a los y las atletas transgénero participar en competiciones internacionales desde los Juegos de Atenas de 2004. Sin embargo, los reto a que nombren a una campeona olímpica trans.
¿Cuál es tu próximo combate?
La próxima lucha a la que me gustaría incorporarme es la de movilizar a todas las federaciones deportivas francesas para hacer de Francia un ejemplo mundial de inclusión en el deporte. Espero que el compromiso de la CADET inspire a otras federaciones y que los países indecisos también sigan su ejemplo. Somos el país de los derechos humanos, nuestros avances sociales son observados por el mundo entero, y es esencial que nunca perdamos de vista esta responsabilidad.
En una palabra:
Orgullo: Libre
Atleta de élite: Sueño
Atleta y mujer trans: Inesperado